Traducción y prefacio de Melina Balcázar
La muerte se encuentra en los libros, en el exceso que éstos potencialmente contienen, en la soledad en la que encierran a quien lee.
Este cuento – escrito durante un periodo de profunda melancolía para el autor – dirige al lector un llamado:
“Toma el color de la muerte. Lee hasta que tu rostro tome el color de estas páginas.”
Premio al mejor libro de narrativa de la Séptima Feria del Libro Independiente, celebrada en la Ciudad de México del 7 de mayo al 6 de junio de 2016.
“Es ese vínculo entre vida, muerte y literatura del que se ocupa Quignard en El niño con rostro color de la muerte, cuento que hace patente el prodigio de la escritura; el milagro de la lectura.”
María Emilia Chávez Lara, Laberinto / Milenio diario
“Un relato, con el tono de la leyenda, que indaga en el parentesco entre la lectura y la muerte… Acaso de esta enigmática parábola de la lectura pueda pensarse que del vicio impune siempre queda un esplendente, aunque maltrecho, testimonio.”
Armando González Torres, Laberinto / Milenio diario